lunes, 11 de diciembre de 2017

De tiempo en tiempo

Hay veces donde parece que el tiempo se hace humo, o que transcurre de manera muy rápida y no guarda relación con la relatividad sino más bien con la abstracción mental y el ensimismamiento que produce alguna actividad que realizamos.
Para algunos, esta situación es indicador que lo que se está realizando es algo donde está nuestra pasión, aquello que amamos hacer.
Sea cual sea la razón, es importante a mi juicio, valorar ese tipo de actividades y tener la suficiente conciencia para descubrirlas dado que es algo que nos satisface a nivel personal, teniendo el cuidado que lo que se hace no sea una alimentación al ego o al narcisismo.
El ritmo de vida actual, marcado profundamente por esa rutina laboral estresante, la convivencia en ciudades hiperpobladas y con personas cada vez más individualistas, hace cada día más difícil encontrar el momento para hacer las cosas que nos apasionan.
De cierto modo, el peso de lo social nos va simplificando y modelando, empaquetándonos en estereotipos socialmente aceptados. Entonces, todo lo que nos haga distinguirnos de los demás surge como un acto de rebeldía, una nota disonante en el concierto monótono de la vida diaria.