Las palabras que siguen, son una reflexión sobre aquellas terapias alternativas y no sobre la medicina alópata.
Desde tiempos prehistóricos la humanidad ha venido tratando sus enfermedades a través de uso de plantas, ritos, etc, un conocimiento que se transmite de generación en generación. En la tribu era fundamental el papel del chamán, como curandero y guía espiritual.
Con el advenimiento de la edad moderna, nace la ciencia médica, desplazando toda la tradición ancestral. Así los médicos tratan síntomas, recetan medicamentos, cirugías, etc, y funciona porque es una ciencia que se ha desarrollado en forma positiva, ensayo y error.
Actualmente abundan aquellas personas que ofrecen sus servicios como terapistas, curanderos, chamanes, etc., en un mundo tan necesitado como el actual donde se nos educa en una actitud de carencia permanente, surgen estas personas que llevan alivio a los diferentes males que nos aquejan desde otra perspectiva.
Particularmente creo que el proceso de sanar algún "mal" o "enfermedad" pasa por un reconocimiento individual y un trabajo interior. La ayuda externa que se necesita, es para tener una guía, un método, una práctica que lleve a la sanación.
El cuidado para elegir a alguien que nos ayude a sanar, radica en el hecho que esa persona debe tener un alto nivel de conciencia y tiene que ser lo más imparcial posible, para que nos pueda ayudar a encontrar el origen de la enfermedad y tratarla, no cayendo en juicios o etiquetas que sólo suman más cosas o no producen la sanación deseada.
Estar bien atentos, preguntar averiguar que persona y su dominio en la técnica o terapia es una buena opción antes de visitar a algún terapista.
Gracias.
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