La curiosidad mató al gato sentencia el dicho, sin embargo es una fuerza potente que permite iniciar cualquier cosa, por curiosidad uno comienza a preguntar lo que sea. Una curiosidad saludable es buena para investigar, motiva a hacer cosas, estimula.
Desarrollar una curiosidad positiva que sirva para conocernos a nosotros mismos y lo que nos rodea resulta muy útil.
Este comportamiento debería ser potenciado en la infancia ya que en el colegio nos educan para aprender sólo lo que está en libros y a preguntar sobre lo que está de cierta forma escrito.
Las cosas que despiertan la curiosidad hacen que comience un ciclo de preguntas y respuestas cuyo movimiento es insospechado, no hay límite para este ciclo y se termina cuando el sentido común lo decide o hemos encontrado la respuesta que nos satisface.
No hay comentarios:
Publicar un comentario