Hoy vi por un momento una entrevista a Cristián Warnken y lo que me llamó poderosamente la atención fue sobre una de las cosas que le gustaba hacer (en momentos de ocio) y esta era: "caminar sin rumbo fijo silbando canciones pasadas de moda". Coincido en el valor que tiene caminar, desplazarse por las calles sin pensar mucho a donde ir y más bien dedicarse a ver, escuchar y presenciar lo que nos puede entregar el entorno.
En ciudades convulsionadas altamente estresadas como Santiago puede ser una tarea difícil, aunque los fines de semana es más propicio para encontrar calles más despejadas de personas furiosas, sin embargo se pueden encontrar incluso en ciudades grandes rutas alternativas y seguras donde hay menos flujo de personas.
También caminar por un parque, sentarse sobre el pasto, sólo o acompañado.
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