Cuando se termina una relación afectiva de pareja quedan muchos lazos que aún deben ser trabajados para liberarse de aquella unión.
Uno de esos vínculos son los afectivos y por más que uno quiera hacerse el loco engañándose que todo se ha disuelto, creo que a niveles profundos en el inconsciente quedan las ataduras, las dependencias emocionales que nos mantienen aferrado a algo que se terminó como si el tiempo que transcurre a nivel inconsciente no trabajara con las mismas leyes cuando estamos conscientes.
El aferrarnos a lo conocido, como una adicción, buscamos esa seguridad, satisfacción o sufrimiento que nos amarra a las situaciones, a las personas. Quedamos prisioneros en un circulo vicioso que resulta difícil de romper si no decidimos salir de ahí y comenzar de nuevo.
Entonces, ¿Cómo cortar las ataduras?
Lo que funcionó para mí fue pedir ayuda, ir a talleres y usar terapias alternativas, meditar, más espiritualidad. Es un trabajo constante y que permite conocerse mejor.
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