lunes, 2 de diciembre de 2013

El grito

Una vez leí un artículo de como se inspiró Edvard Munch para pintar su famoso cuadro "El Grito" y lo relató de la siguiente forma "estaba allí, temblando de miedo y sentí un grito fuerte e infinito perforando la naturaleza". La técnica usada fue pastel y fue creado en 1893.
Quien se iba a imaginar que este icono pictórico del siglo 19 sería casi una profecía de lo que sucede en nuestros tiempos ahora ya no tanto por el impacto que nos genera la naturaleza sino más bien por el asombro que causa lo que hemos construido como civilización moderna.
Más allá de los avances científicos y tecnológicos, las grandes ciudades con sus luces de neón o de led's, la forma de vivir en la ciudad ha traído como consecuencia altos niveles de estrés y de ruido. Si alguien se detuviera en un puente y lanzara un grito seguramente nadie lo oiría ya que el ruido del flujo vehicular apocaría el sonido de la voz.
En las ciudades hay mucho ruido por lo que debemos hablar más fuerte cuando caminamos en la calle o incluso en lugares cubiertos o cerrados donde la aislación acústica es baja. Constantemente estamos siendo invadidos por sonidos, la televisión, la radio, en ambas abunda la publicidad que nos ofrece productos por montones.
Sin darnos cuenta hablamos más fuerte y lo hacemos mas o menos con la misma potencia de voz en todos los espacios cuando conversamos en el hogar o la oficina, un ejemplo típico es el de los Neoyorkinos, ellos hablan fuerte siempre.
Finalmente, se ha ido perdiendo el valor del silencio incluso se le da una connotación negativa, es posible que hayan escuchado decir "un incómodo silencio" o frases similares. Es un buen ejercicio apartarse un poco del ruido, buscar un lugar tranquilo donde haya poco ruido y comenzar a practicar el silencio mental, meditando, buscando encontrar ese instante donde no hay pensamientos.


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