miércoles, 18 de diciembre de 2013

tus defectos y defectos y defectos y defectos...

Típicas preguntas en una entrevista psicolaboral son; ¿Cuáles son tus virtudes?, ¿Cuáles son tus defectos?. Aunque sean repetitivas en cada entrevista que he ido, siempre me genera una sensación de incomodidad.
Uno es mal juez de sí mismo y al momento de definirse sólo toma una fotografía del momento, sinceramente preguntar eso en una entrevista no es útil ya que para quedar bien, el entrevistado puede elevar sus virtudes a dimensiones santas y disminuir sus defectos a conductas insignificantes. Hasta cierto punto algún test psicológico puede entregar información más objetiva.
Es fácil conocer los defectos individuales porque siempre nos están diciendo cuales son, las personas que nos rodean nos evalúan, juzgan y compulsivamente hablan de lo que según ellos hacemos mal, los defectos. En general todos somos buenos para encontrar las fallas de los demás  y compartir con otros lo que pensamos de alguien.
Vaya que resulta trabajoso liberarse de la costumbre de juzgar a los demás, es cesar ese diálogo interno que con un dedo acusador señala los errores ajenos.
El trabajo espiritual, el conocerse a uno mismo (también conocer y descubrir virtudes y defectos) implica soltar juzgar a uno mismo y a los demás. Esta tarea es constante y uno debe estar consciente que al momento de caer en el juego de los juicios tenemos que soltar inmediatamente aquello que pensamos para no caer en esa espiral interminable de opiniones.


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